Claudia Aguirre 4146-001

            El Palacio de las Máquinas de 1889 es un edificio importante en la historia de la arquitectura, pero ciertos aspectos del edificio requieren más estudio. Otros elementos han sido descritos incorrectamente en publicaciones actuales y contemporáneas sobre el edificio. El objetivo de este artículo es examinar el lugar que ocupa este edificio en el desarrollo histórico de las estructuras de arco metálico, sus precedentes y la influencia que ha ejercido en edificios posteriores de estructura similar.      La primera Exposición Universal, celebrada en Londres en 1851, causó un impacto sin precedentes con la construcción del magnífico Crystal Palace. Estos logros estuvieron muy ligados a un nuevo material estructural surgido de la Revolución Industrial, el hierro industrializado, y que fueron abriendo camino a espacios diáfanos con luces cada vez mayores. Ésta es la razón por la que una parte considerable de la historia de la arquitectura del hierro puede identificarse con la hi

  En este documento, se discute en profundidad el concepto del "Árbol Evolutivo hasta el Año 2000" de Charles Jencks. Este diagrama ha sido objeto de debate y crítica, especialmente en relación con la coexistencia de tradiciones arquitectónicas en conflicto. Jencks utiliza una analogía evolutiva inspirada en las teorías de Charles Darwin para predecir y analizar el desarrollo de la arquitectura. El PDF también aborda la crítica de Anthony Vidler a este diagrama, cuestionando la analogía evolutiva de Jencks y su comparación entre estilos arquitectónicos y especies vivas. Vidler argumenta que la clasificación de Jencks está vinculada a la historia de estilos y gustos, lo que reduce la comprensión de la historia del arte y la arquitectura a un ejercicio de identificación de diferencias entre estilos. Además, se menciona la evolución del concepto de pluralismo en la arquitectura y cómo este enfoque influye en las discusiones contemporáneas sobre la disciplina. Se destaca la

  Comienza explorando la idea de lo contemporáneo a través de la obra de Nietzsche y Roland Barthes, quienes sugieren que lo contemporáneo es lo intempestivo, es decir, aquello que no coincide perfectamente con su época, sino que se distancia de ella. Agamben argumenta que ser contemporáneo implica no solo tener fija la mirada en el presente, sino también percibir la oscuridad que lo caracteriza, es decir, ser conscientes de las sombras que lo rodean. El autor compara esta percepción de la oscuridad en el presente con la neurofisiología de la visión, sugiriendo que la oscuridad es el resultado de la actividad de ciertas células en la retina. De manera similar, ser contemporáneo implica una actividad particular, una capacidad de ver más allá de la superficie y comprender las complejidades y contradicciones de nuestro tiempo. Agamben también explora la relación entre lo arcaico y lo contemporáneo, argumentando que aquellos que pueden ver las conexiones entre el pasado y el presente